Después de una maravillosa y mágica noche en la Escuela Infantil, en la que hemos buscado los tesoros por toda la escuela, nos hemos levantado llenos de energía (unos más que otros). Y con nuestros gorros de cocinero y los mandiles puestos, y bien fresquitos, nos hemos ido al comedor para cocinar recetas ricas y muy, muy sanas.