Nuestros mayores dicen cosas como: «es que ya no aguantáis como antes», «no sé qué os pasa a los jóvenes que no duráis nada»… La verdad es que al margen de que puedan tener razón o no, la realidad es que ha habido tantos cambios sociales, culturales y de roles en los últimos tiempos que es muy difícil poder responderles con algún argumento que entiendan.
Y aquí estamos, ante esta realidad que no ha de ser mejor o peor pero que, indiscutiblemente, hemos de saber abordar cuando tenemos hijos. Ellos y ellas, con total seguridad, acusarán con más o menos estrés una situación para ellos desconocida, incomprensible y nueva.
La responsabilidad que tenemos como padres no se acaba con la ruptura en la pareja, y por eso hemos de seguir cubriendo sus necesidades al margen de nuestros problemas personales.
En medio de la tempestad
Nuestros hijos están en medio de nuestra ruptura, y ellos pagan en ocasiones los platos rotos.
Nosotros como adultos tenemos derecho a elegir con quién queremos estar a nivel de pareja. Si nuestra relación se rompe no sirve de nada dramatizar puesto que los hijos no entenderán entonces por qué tomamos esta decisión.
Por eso, hay que apoyarles, ayudarles a entender la situación siempre desde una comunicación positiva, sincera y honesta. Enseñarles desde el principio cómo son las cosas, les ayudará a madurar emocionalmente de un modo saludable.
Cómo reciben los menores el divorcio, según su edad
Bebés (0-1 año) |
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Niños/as pequeños/as (1-3 años): |
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Niños/as de edad infantil (3-5 años): |
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Niños/as de escuela primaria (5-12 años): |
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Adolescentes (13-17 años): |
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(Datos extraídos del Proyecto Ambezar)
Pautas que le ayudan
De modo general, y teniendo en cuenta estas pautas en función de la edad, vamos a ver algunas recomendaciones que podemos seguir para ayudarles a comprender:
- Tú eres la persona que más puede ayudarles, ellos necesitan a su madre y a su padre (a ambos) y esta ha de ser la primera premisa. Aunque mi cabeza esté en otro lugar, organizando mi «nueva vida», he de sacar tiempo para ellos y así asegurar su bienestar personal.
- Demuéstrales que no te has ido, ni física ni emocionalmente, haz que se sientan queridos, arropados y escuchados.
Explícales con palabras claras, directas y honestas la situación. Y si has de decir que lo estás pasando mal, no lo ocultes, ellos siempre se van a dar cuenta. Expresa tus sentimientos de manera clara y directa. - No los compadezcas porque eso probablemente lo que consiga es transmitir una sensación de inestabilidad que no les favorezca en absoluto. Al contrario, indícales que ellos no son los responsables de la situación, que es un tema vuestro y que no queréis hacerles daño, pero que las cosas cambiarán y estáis ahí para escucharles y atenderles.
- Intenta observarles sin sacar conclusiones precipitadas de su comportamiento. Tampoco es bueno que todo lo atribuyas a la situación, pero sí hay que estar pendiente y si hay dudas de su bienestar emocional, hablar con ellos, apórtales estabilidad y apoyo constante.
Cuanta más relajación y bienestar se respire, mejor estarán ellos también.
- Evita los cambios innecesarios y mantén las rutinas, dentro de lo posible. No olvides que su vida no debe cambiar significativamente, y el sacrificio hemos de hacerlo los adultos y no los niños.
- Intenta comunicarte con tu pareja de manera asertiva, positiva y abierta. Ambos tendréis intereses que defender, pero no hay ninguna razón por la que romper una historia, un pasado y un futuro por unas cuantas «cosas materiales». Al final lo que prevalece y sigue siendo parte de ambos son los hijos, pensad en ellos.
- Intenta que sigan teniendo relación con sus abuelos, ambos, también con los de tu ex-pareja. Piensa que esa es la familia que ambos, en determinado momento, decidisteis darles. Que las cosas hayan ido mal entre vosotros no significa que tengan que ir mal también para el resto de los miembros de la familia.
- Cuidaos todo lo posible, cuanta más relajación y bienestar se respire, mejor estarán ellos también. Cuanto mejor esté tu ex-pareja, también ellos estarán mejor.
- No te hagas la víctima, una ruptura siempre es cosa de dos. No busques culpables, ni justificaciones a la situación. Es un hecho, afróntalo.
- También, y si los niños son muy pequeños, podéis apoyaros en algunos cuentos, aquí encontraréis varios enlaces para que podáis acudir a ellos si os hacen falta.
Lo que NO debéis hacer
Lo más importante para saber cómo enfocar el divorcio entre nuestros hijos e hijas es no caer en los siguientes comportamientos, porque no les ayudará:
- Pedirle a los/as niños/as que escojan entre sus padres.
- Pedirle a los/as niños/as que asuman una posición en cuanto al conflicto entre los padres.
- Hablar mal del otro padre.
- Volcar nuestras frustraciones en los/as niños/as.
- Volvernos a los/as niños/as en busca de apoyo o guía.
- Poner a los/as niños/as en el medio.
- Exponer a los/as niños/as a las discusiones.
- Envolver a los/as niños/as en las disputas entre los padres.
Los adultos sois vosotros, y también sois vosotros los que habéis tomado la decisión de continuar, o no, vuestra relación. Vuestros hijos e hijas os necesitan a ambos para un desarrollo saludable.
- Usar a los/as niños/as de mensajeros, espías, confidentes, peones o de munición.
- Decirle a los/as niños/as cómo deben sentirse.
- Negar o descontar los sentimientos de los/as niños/as.
- Pedirle a los/as niños/as que guarden nuestros secretos.
- Descuidar las necesidades de los/as niños/as.
- Exigirle demasiado a los/as niños/as.
- Sentar expectativas no razonables para los/as niños/as.
- Expresar la ira de forma inapropiada.
- Expresar amargura, falta de respeto, u hostilidad hacia el otro padre.
- Demostrar incapacidad de comunicarse efectivamente con los/as niños/as o con el otro padre.
Y por último, es importante recordar que los adultos sois vosotros, por lo que también sois vosotros los que habéis tomado la decisión de continuar o no vuestra relación. Nuestros hijos e hijas nos necesitan a ambos para un desarrollo saludable. No seamos su padre y su madre quienes interrumpan dicho desarrollo.
Gema de Pablo
Psicóloga y Coordinadora
del Departamento de Orientación
Colegio Villalkor