Cada vez la tecnología avanza más llegando a meterse en nuestras vidas de la manera más fácil y cotidiana. ¿Quién de nosotros no maneja un teléfono inteligente, una tablet y ordenador de manera cotidiana? Está claro que las TIC (Tecnologías de la Información y Comunicación) han llegado para quedarse. Además, es también cierto que nos facilitan la vida en múltiples facetas, tanto personales como profesionales.
El Sunday Mirror informó en el año 2010 sobre un caso de que un niño de 4 años de edad era el adicto más joven del iPad de Gran Bretaña y que fue tratada por el psiquiatra Dr. Richard Graham en la Clínica Capio Nightingale en Londres. «Los niños nacen hoy en día en un entorno tecnológico y mucho padres tienden a usar los ordenadores, los iPads y los smartphones como si fueran niñeras», según el doctor Richard Graham, y añade: «Si al niño se le deja largas horas imantado a una pantalla, y si ve a sus padres haciendo lo mismo, estamos creando las condiciones para una relación enfermiza con la tecnología».
Sin ánimo de crear alarma ni de pensar que no deben utilizar dichos medios, creemos que hay pautas que los padres y madres deben conocer y llevar a cabo para evitar que el uso pueda ser tan perjudicial.
- Da ejemplo. No abuses de tus dispositivos. Ya hemos hablado en otras ocasiones de la importancia que tiene el modelo que ejerces en tus hijos, por tanto, intenta ser consciente del uso que das a estos dispositivos, dedicando tiempo a estar con tus hijos, charlar con ellos, etc. sin la presencia del móvil.
- Retrasa el momento de comenzar a usarlo. Se recomienda desde la Academia Americana de Pedriatría, no comenzar a usar dispositivos antes de los dos años de edad.
- Controla su uso. Es importante fijar reglas, por ejemplo no utilizarlo durante la comida, cena, etc. Además limitar su uso a determinadas horas, pactar con ellos el tiempo máximo de uso al día. Muy importante cumplir todos las reglas establecidas.
- Selecciona los contenidos, que éstos sean adaptados a la edad y a ser posibles educativos. Es recomendable también jugar con ellos, puesto que así podremos supervisar sus capacidades, sus destrezas y controlar que no accedan a contenidos inadecuados.
- Aunque hay que tener precaución, no debemos negar su uso, puesto que forma parte de su entorno. Es mucho mejor ser conscientes del potencial de éstas y acompañarles en su uso. Investigaciones recientes señalan que los gamers adquieren habilidades sociales y trabajan mejor en grupo. Los dispositivos, bien utilizados, son buenos para un desarrollo integral del individuo.
Qué podemos hacer para solucionar el problema