La memoria es algo que acompaña al niño desde el momento en el que nace. Ésta se irá desarrollando a lo largo de su vida y se convertirá en un instrumento vital de cara a diversas actividades de la vida. Los padres podemos contribuir a estimular la memoria para que esta capacidad se potencie al máximo y madure correctamente. No es extraño que los primeros recuerdos que tenemos de nuestra infancia se remonten a cuando teníamos tres años, la misma edad a la que se empieza a hablar. Y es que es en estas edades cuando los niños empiezan también a desarrollar la atención y la capacidad de observación. Si les estimulamos de una forma adecuada, esta herramienta mental se perfeccionará notablemente.
Para estimular su memoria es importante tener presente:
- Antes de memorizar algo hace falta prestar atención. La cantidad y calidad de atención que le dedicamos a un estímulo, determina lo correcta y rápidamente que lo recordamos. Por este motivo, es importante que a la hora de estudiar no haya muchos elementos distractores y ni se intente hacer más de una actividad a la vez. Para lograrlo, es importante que nuestros hijos tengan un espacio específico para sus estudios. Este espacio debe ser libre de todo objeto que no sea específicamente para sus estudios.
- Dividir las sesiones de estudio en temas o unidades para optimizar y estimular la memoria. Es mejor que intentar estudiarlo todo de una sola sentada. Si se pretende lograr la retención de información a largo plazo, hace falta dividir los periodos de estudio en espacios de tiempo. La mejor manera de lograr que nuestros hijos recuerden lo estudiado en cada unidad es tener un momento después de cada sesión de estudios para recordar aquello que han estudiado.
- Es importante dormir bien para sacar el máximo rendimiento a la memoria. Dormir proporciona una condición óptima para la consolidación de memorias. No solo es un momento en el que hay menos estímulos y el cerebro puede almacenar mejor aquello que se ha estudiado, sino que también es el momento en el que el cerebro integra aquello que se ha estudiado con aquello que se sabe. Mientras dormimos, nuestras memorias se estabilizan en nuestro almacén de memoria a largo plazo. Cuanto más estables sean nuestras memorias, más fácil es acceder a ellas posteriormente, más fácil va a ser enviarlas del almacén de memoria a largo plazo a la memoria de corto plazo. Asegurándonos que nuestros hijos duerman bien, nos aseguramos que aquello que han estudiado va a ser recordado posteriormente. Por otra parte durante las horas de sueño, nuestro cerebro fortalece aquella información relevante e importante y activamente olvida aquella información irrelevante.
- La memoria se optimiza con la participación activa en el propio aprendizaje. El Dr. Kornell y su equipo de investigadores, realizaron un estudio muy interesante donde demostraron que aquellas personas que participan activamente en lo que aprenden, recuerdan mejor lo aprendido. Es importante saber que aprendizaje y memorización no son lo mismo. El conocimiento no es entregado por el profesor ni los libros, sino más bien es construido por el alumno. Impulsar a nuestros hijos a pensar más sobre lo que estudian, realizar lecturas complementarias o preguntar sobre lo que no entienden son maneras de potenciar la codificación de memorias así como también el acceso a las mismas.
Actividades y técnicas para estimular la memoria
Recurrir a actividades para estimular la memoria ayuda a los niños a que aprendan mientras se divierten. Para lograrlo es muy importante poner en práctica técnicas o dinámicas que favorezcan la memorización (hacemos una selección de algunas, que se pueden poner en práctica dependiendo de la edad):
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Colegio Villalkor