¿Quién soy en realidad?, ¿por qué ha cambiado mi cuerpo? ¿y por qué me preocupa tanto?, ¿cómo puedo hacer para gustar a los demás?, ¿dónde está mi lugar?, ¿cuál es el camino que debo elegir?…
Estas preguntas nos las hemos hecho todos alguna vez… Y si te las estás planteando ahora mismo… ¡Bienvenido a la adolescencia!
“Benditos años”, “¡quién los pillara ahora!”… Solemos decir los que ya la dejamos atrás. Pero bien, ¿qué nos diría un adolescente al escucharnos decir eso?
¿En serio? ¿quieres volver a tus cambios de humor constantes? ¿a los granos en la cara? ¿al primer desamor? ¿al estar perdido en la vida? ¿a no saber qué elegir, porque de ello, depende tu futuro? ¿a empezar con responsabilidades que se nos hacen imposibles de abarcar?
La adolescencia es un periodo de preparación para la edad adulta»
Pues aquí, tendríamos diferencias de opinión, pero déjennos decir que seguro que la mayoría diríamos que sí. En el fondo, siempre nos gustaron las emociones fuertes…
Sin emoción, no hay cambio y sin cambio, nuestras vidas serían muy aburridas. Y la adolescencia, es una etapa llena de cambios.
Según la OMS (Organización Mundial de Salud), “la adolescencia se define como el periodo de crecimiento y desarrollo humano que se produce después de la niñez y antes de la edad adulta, entre los 10 y los 19 años. Se trata de una de las etapas de transición más importantes en la vida del ser humano.”
ETAPAS DE LA ADOLESCENCIA | |
Preadolescencia: de los 8 a los 11 años. |
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Adolescencia temprana: entre los 11 y los 15 años.
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Adolescencia tardía: entre los 15 y los 19 años.
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Estas fases, son de carácter orientativo, ya que el crecimiento y la maduración depende de muchos factores, como, pueden ser, factores biológicos, factores psicológicos y factores medioambientales. Cada uno tiene su ritmo y estas fases podrían variar en función del individuo.
Podríamos decir, que la adolescencia es un periodo de preparación para la edad adulta durante, el cual, se producen varias experiencias de desarrollo de suma importancia. (OMS)
Además de los cambios físicos y sexuales, se incluye la transición hacia la independencia social y económica, el desarrollo de la identidad, la adquisición de aptitudes y la capacidad de razonamiento abstracto.
Como conclusión, queremos recalcar que los adolescentes dependen de sus familias y de su comunidad. Y dentro de esta última incluimos las instituciones sociales y educativas que ofrece. Entre los que destacaríamos la escuela. En la cual, nosotros como responsables educativos y en colaboración con las familias debemos promover su desarrollo y adaptación para intervenir eficazmente, y que ellos, adquieran competencias que les ayuden a hacer frente a las presiones que experimentan y que su transición a la vida adulta sea satisfactoria.
Leticia Hernández Carnicero
Orientadora de Secundaria y Bachillerato
Colegio Villalkor