El día 13 de noviembre se celebra el Día Mundial de la Amabilidad. En el Colegio Villalkor ya llevamos varios años fomentando el hábito de la amabilidad en la vida de nuestro alumnado, profesorado y familias. Sin embargo, ¿hemos instalado la bondad y amabilidad como norma en nuestras vidas? ¿Por qué es importante e imprescindible hacerlo?
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Las personas gastamos mucho tiempo y energía centrándonos en los aspectos negativos que nos afectan. Cuando aparece un acto de bondad es como si el tiempo se parara sólo por un momento. Es encantador. Nos hace sentir bien. Sonreímos. Pero, entonces el tiempo vuelve a ponerse en marcha y volvemos a «la norma» de nuestra vida diaria. No hacemos el esfuerzo de apreciar y reflexionar sobre esos momentos. No ponemos el foco y la rutina habitual en esos momentos.
Cuando aparece un acto de bondad es como si el tiempo se parara sólo por un momento. Es encantador. Nos hace sentir bien. Sonreímos.
Por lo que, aprovechando la celebración de este día, debemos preguntarnos:
¿Cuál es mi «norma»? ¿Dónde aparecen esos momentos en mi día y con qué frecuencia? Supongo que a muchos de nosotros nos costará responder a esa pregunta porque no registramos esas experiencias cuando suceden. Son simplemente breves y pasajeros momentos de placer.
Pero, ¿qué tal si empezamos a hacerlos y provocarlos de manera intencionada? no sólo a notar y absorberlos cuando nos suceden, sino a crear esos momentos para otros.
¿Y si nos propusiéramos salir un poco de nuestra zona de confort al menos una vez al día para hacer sonreír a alguien?, ¿compartir un cumplido con un compañero de trabajo o un amigo?, ¿conversar con un miembro de la familia con el que no hemos hablado en mucho tiempo?, ¿y si dejamos de pensar en ellos como actos de bondad al azar y empezamos a pensar en ellos como actos de bondad intencionales?, ¿y si lo convertimos en la norma?
Amables en el día a día
Hay cosas que hacemos todos los días con intención, pero ni siquiera pensamos en ellas. Nos levantamos, nos duchamos, nos lavamos los dientes, nos vestimos, conducimos al trabajo o a la escuela… Todo forma parte de nuestra rutina invisible. ¿Y si añadimos un momento de bondad a nuestra rutina invisible? ¿Y si nos despertamos y al apagar la alarma, inmediatamente enviamos un whatsapp edificante a un amigo? O mientras vamos conduciendo por la mañana, ¿qué tal si dejamos que ese coche se incorpore al tráfico con sonrisa en lugar de sentirnos molestos?
Si convertimos en norma la bondad, estaremos contribuyendo a sentirnos mejor, tener mejor salud y educar a nuestros hijos e hijas para un mundo mejor. Merece la pena, ¿verdad?
Si convertimos en norma la bondad, estaremos contribuyendo a sentirnos mejor, tener mejor salud y educar a nuestros hijos e hijas para un mundo mejor. Merece la pena, ¿verdad?
Os invitamos a buscar maneras de hacer de la amabilidad la norma en nuestra vida diaria. El Día Mundial de la Amabilidad es un gran día para empezar a construir una nueva rutina que significa incluir momentos intencionales de amabilidad, risa y deleite. También significa ser conscientes de cuándo está sucediendo, bien porque lo hagamos nosotros mismos o los recibamos. La bondad comienza con uno. Una sonrisa. Un cumplido. Una taza de café. Una conversación… Yo ya he comenzado, ¿y tú?
Puedes saber más sobre la amabilidad en: https://www.randomactsofkindness.org/become-a-raktivist
Gema de Pablo González
Psicóloga