Alumnos de 1er curso del 2º ciclo de Infantil, Colegio Villalkor
Daniel Goleman (1995) definió la Inteligencia emocional como la capacidad para reconocer y manejar nuestros propios sentimientos, motivarnos y monitorizar nuestras relaciones. Los componentes de la inteligencia emocional son cinco:
- el autoconocimiento emocional,
- el autocontrol emocional,
- la automotivación,
- el reconocimiento de las emociones de los demás,
- las relaciones interpersonales.
Recientes estudios ratifican la teoría de la necesidad de trabajar desde pequeño y en el colegio la inteligencia emocional, como es en El aprendizaje en la agenda para la educación y el desarrollo después de 2015 (UNESCO, 2013) “las investigaciones indican que el desarrollo social y emocional apoya y promueve el aprendizaje académico y la adquisición de capacidades básicas de lectura, escritura y aritmética”.
La inteligencia emocional es la capacidad para reconocer y manejar nuestros propios sentimientos, motivarnos y monitorizar nuestras relaciones».
Desde el Departamento de Orientación del Colegio Villalkor nos esforzamos para que nuestros alumnos, desde la etapa Infantil, dispongan de las competencias emocionales y sociales necesarias para desarrollarse en el mundo, que les serán necesarios en su etapa infantil, así como en la adolescencia y la juventud, pero especialmente en la edad adulta durante su vida laboral. Desde las primeras semanas de colegio les enseñamos a reconocer, en sí mismo y en los demás, las emociones y a comprenderlas, comenzando con las dos emociones primarias más importantes y básicas que tenemos, al menos desde nuestro punto de vista, que son la alegría y la tristeza.
Realizamos role playing de ambas emociones, ensayando nuestra cara de alegría y de tristeza, y posteriormente reconocemos ambas expresiones en los propios compañeros. No hay mejor manera de trabajar con un menor de 3 a 5 años que el juego, e intentamos durante esta actividad combinar la actuación o interpretación de emociones con un juego que permita trabajar el autocontrol de impulsos. Consiste en que el primer alumno que levante la mano al oír el número 3 saldrá al escenario imaginario convertido en actor, es decir, pondrá cara de alegría o tristeza, emoción dejada a su elección, y los demás niños deberán adivinar qué emoción está representando.
Tras haber realizado este taller en los tres cursos del segundo ciclo de Infantil, de 3 a 5 años, y después de más de 180 actuaciones, compruebo que el 99% de nuestros niños eligieron la cara sonriente, la cara de alegría.
Cuando eres adulto te dan a elegir entre interpretar la emoción de tristeza o la de alegría, tiendes a elegir la que refleja tu estado de ánimo actual. En cambio, nuestros niños tienen una predilección por la emoción alegría, e incluso disfrutan interpretándola. Tras estudiar esta elevada proporción de interpretaciones de emociones positivas, nos hacemos una reflexión que nos gustaría compartir con vosotros: ¿por qué no volvemos a ser niños?, ¿por qué no aprendemos de ellos a disfrutar de cada momento y de cada actividad? Nosotros somos sus modelos en la manera de hablar, trabajar, comportarse, comer, vestir… haz que sean ellos nuestro modelo al elegir emociones.