La importancia de los hábitos y las rutinas.
Está demostrado que las rutinas les aportan seguridad y, además, benefician su manera de actuar. Una vida sin rutinas puede convertirse en caos. Y es que el hecho de no saber qué va a acontecer, genera, en ocasiones, situaciones de estrés.
En cambio, un niño que sabe qué es lo que viene después de cada cosa, siente tranquilidad en cada situación y muestra una mayor independencia en sus actos. En este blog te explicamos la importancia de establecer rutinas en el día a día de tus hijos.
Beneficios que demuestran la importancia de establecer rutinas y hábitos en los más pequeños
Además de esta seguridad mencionada, las rutinas:
- Aportan tranquilidad y bienestar a los niños y niñas.
- Reducen la ansiedad y las conductas negativas, derivadas de los nervios y la incertidumbre de no saber qué hacer o qué toca hacer.
- Pueden disminuir el número de rabietas o los enfrentamientos que se generan en el día a día por cuestiones como el baño, la hora de dormir o de despertar, la ropa que debe ponerse o los deberes.
- Ayudan a generar su autonomía y confianza.
- Refuerzan su autoestima e independencia para empezar a hacer algunas tareas por sí mismos.
- Mejoran la comprensión del entorno y, sobre todo, ayudan a madurar.
La importancia de los hábitos y las rutinas para los niños: rutinas y creatividad
Lejos de lo que podríamos pensar, la rutina no es enemiga de la creatividad ni de la espontaneidad. El hecho de tener unos buenos hábitos adquiridos va a aportar seguridad al entorno de nuestros hijos, sabemos que un niño que se siente seguro está más dispuesto a crear, innovar e incluso a probar cosas nuevas.
Niños que acostumbran a lavarse los dientes, a organizar su mochila, a prepararse el desayuno, etc., adquieren, poco a poco, esos hábitos y aprenderán a hacer tareas sin necesitarnos a nosotros, sus padres y madres.
La regularidad en los hábitos, la constancia, o perseverancia son valores que irán adquiriendo y que le serán muy útiles a lo largo de toda su vida.
Cómo restablecer las rutinas
Cada familia adoptará un horario según sus necesidades, pero es esencial que se tengan en cuenta una serie de aspectos comunes:
- Tener unos horarios para comer y en un lugar concreto. De este modo, el niño aprenderá las normas a la hora de comer: no comer a deshoras, no levantarse, etc.
- Niños y jóvenes deben dormir entre 8 y 9 horas para su correcto desarrollo. Por ello, es recomendable acordar unos horarios para ir a la cama y evitar la sobreexposición a pantallas justo antes de ir a dormir.
- No sólo incluye la ducha, sino también lavarse las manos, cepillarse los dientes después de cada comida, peinarse, etc.
- El ocio y el juego son importantes para jóvenes y niños, es su momento de desconexión, pero se acordarán unos límites de tiempo para no abusar.
- Establecer un lugar concreto para las tareas de la escuela o para leer puede ser útil para que en un futuro adquieran el hábito de estudiar de forma autónoma en ese espacio.
Las rutinas en casa suelen estar condicionadas por los horarios laborales de los padres, de la escuela y/o las actividades extraescolares. En cambio, hay situaciones en las que la rutina cambia y también es algo positivo (durante el fin de semana o en vacaciones).
Consejos que os ayudarán
Os dejamos una serie de consejos que consideramos importantes, para poder ayudaros en esta labor.
- Establecer unas horas fijas para el sueño, la hora de cada comida y la hora del baño. Escoge la hora que mejor se acomode al horario de tu familia y tu hijo o hija y respétala cumpliendo con ella en la medida de lo posible. Luego, en base a ella, añade la hora para estudiar, jugar, realizar clases extraescolares o hacer la siesta. Recuerda que la creación de hábitos y rutinas en los niños y niñas es un proceso que requiere paciencia y trabajo en familia para que sea exitoso. Si cumplimos con esas horas, tendremos la mitad del camino recorrido con nuestros hijos e hijas.
- Planificar con antelación e informar sobre la rutina que se llevará a cabo. Se pueden buscar juegos para realizar en casa, planificar los deberes y estudios, hacer actividades diferentes y seguir con los horarios para cada actividad.
Recuerda que establecer hábitos y rutinas en los niños y niñas es un proceso que requiere paciencia y trabajo en familia para que tenga éxito.
- Es vital que establezcamos una serie de actos unos a continuación de otros. Así sabrán qué va antes y qué después de cada acción
- Nos podemos ayudar de pictogramas que realizaremos con ellos, para visualizarlos en el momento que sea necesario. Por ejemplo, después de un juego activo realizado en la tarde, se acontece después uno tranquilo, para que posteriormente llegue la hora del baño, la cena, cepillado de dientes, cuento y la hora de dormir.
- Debe realizarse todo con una actitud muy positiva, ya que ellos se ven reflejados en nuestra manera de actuar. Hay que tener mucha paciencia para volver a trabajar y reeducar ciertos hábitos que ya tenían adquiridos, alejados siempre de las amenazas o chantajes.
- Tras las vacaciones de verano aconsejamos que el establecimiento de los hábitos y rutinas se recuperen, para introducirlos cuanto antes, sobre todo, de cara a la vuelta al cole. Es una forma de ir ajustando horarios de manera gradual y tranquila.
- Definir espacios para cada actividad. La habitación para dormir, el comedor o cocina para comer, otro espacio para estudiar y jugar…
- Ser constante. Hay que recordar que un hábito se adquiere con la repetición constante de la rutina y que hay que ser pacientes.
Colegio Villalkor