De pequeño, ¿te mordías las uñas? Si era así, seguro que te acuerdas de cómo tus padres te regañaban. ¿Tu hijo lo hace ahora? Pues seguro que también te acuerdas de que las regañinas te sirvieron de poco o de nada para eliminar tu hábito.
Es complicado saber la causa por la cual se muerde las uñas. Porque aunque sea adolescente, y pienses que es un ser independiente y autónomo, quizá te esté imitando si tú también te las muerdes. Otras de las causas que incitan a este hábito son la ansiedad, el cansancio, el aburrimiento, el miedo, la timidez, una baja tolerancia a la frustración, etc.
Si quieres tener un poco de información sobre qué provoca y cuándo es más probable que tenga este hábito tu hijo, puedes descargar y rellenar este registro que te proporcionamos aquí:
Una vez que sabemos o creemos saber la causa, podemos comenzar a trabajar para ir, poco a poco, reduciendo este hábito en nuestros niños.
Una vez realizado el registro durante una semana, podemos sacar una hipotética conclusión, por ejemplo: se muerde más las uñas a partir de las 20 horas porque tiene sueño y está muy cansado; se muerde más las uñas los días que tiene la asignatura de matemáticas porque no se le da muy bien; se muerde más las uñas los fines de semana porque está menos activo y pasa mucho rato viendo la tele y se aburre; se muerde las uñas cuando está entre personas desconocidas…
Morderse las uñas es un acto inconsciente. Como en todas las conductas, intenta ser un modelo para tu hijo, y no criminalices este hábito porque es común el comienzo entre los 2/3 años de edad hasta los 7/8 años, aunque puede prolongarse hasta la adolescencia, e incluso en algunas personas continua en la edad adulta.
Una vez que sabemos o creemos saber la causa, podemos comenzar a trabajar para ir, poco a poco, reduciendo este hábito en nuestros niños.
CONSEJOS QUE AYUDAN |
- Habla con el niño sobre su hábito, ya sea de 3 años o un adolescente, y explícale, siempre adaptando la charla a su edad, qué puede suceder si continua mordiéndose las uñas:infecciones en la boca o en los dedos, deformación de uñas, dolor y sangrado, etc.
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- Propónle un juego, por ejemplo, cuando le veas morderse las uñas puedes:
- Decir una palabra acordada para que deje de hacerlo.
- Darle un toque en el hombro y él deberá decir una palabra acordada, recitar un breve poema o realizar un ejercicio (tres saltos con pies juntos). Esta propuesta no es a modo de castigo, sino un ejercicio para hacerle consciente su hábito.
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- Distrae su atención con otra acción cuando esté mordiéndose las uñas:
- Podemos pedirle que vaya a coger un objeto de otra habitación;
- Preguntarle algo sobre los juguetes con los que está jugando o sobre los deberes que está haciendo;
- Pedirle que te ayude en lo que estás haciendo; etc.
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- Dependiendo de la edad, si son pequeños puedes pintarle las uñas de colores que les gusten, ya que al verlas pintadas intentaré.no morderlas para evitar que la máscara de uñas se estropee, tanto niñas como niños. En la edad adolescentes se puede usar manicuras semipermanentes que, por causas físicas, les impedirán morderse las uñas. Igualmente existen en las farmacias líquidos transparentes de sabor amargo que funciona de manera aversiva.
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- Realiza en casa técnicas de relajación a través de la respiración: ejercicios de tensión y relajación de músculos, como la técnica de Koeppen para niños, y para adolescentes la muscular-progresiva de Jacobson; mindfulness; etc.
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- Llevar un objeto que se pueda manipular, como una pelota antiestrés si la causa de la mordedura son los nervios, o un muñeco que le guste, si es por timidez; meter la mano en los bolsillos, o distraerse manipulando una pulsera, colgante o goma del pelo, sirve como alternativa de conducta.
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- Intenta que siempre lleve las uñas bien recortadas y de manera uniforme, sin ningún pico que le incite a “arreglarlo” con los dientes.
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