De acuerdo a Sir Charles Sherrington (1857-1952): “El cerebro humano es un telar encantado en donde millones de velocísimas lanzaderas van tejiendo un diseño que continuamente se disuelve, un motivo que tiene siempre un significado, por más que éste jamás perdure, y no sea más que una cambiante armonía de subdiseños. Es lo mismo que si la Vía Láctea se entregara a una especie de danza cósmica”. Es decir, nuestro cerebro es una gran red de células conectadas que siempre está aprendiendo, mejorando e innovando.
Definir la creatividad no es sencillo. Varios autores defienden diferentes investigaciones que nos ayudan a concluir que la creatividad es un proceso continuo que permite transformar una realidad. Puedes verlo en estas entradas:
Siempre se ha relacionado con nuestro hemisferio derecho, como si nuestro cerebro estuviera parcelado. Sabemos que ambos hemisferios están conectados y que de esa conexión dependen, en gran parte, aprendizajes necesarios para el desarrollo del conocimiento. Efectivamente existen multitud de células encargadas de «imaginar» en el hemisferio derecho, pero que necesitan también del razonamiento y de habilidades cognitivas del hemisferio izquierdo para convertir la imaginación en realidad. Por lo tanto, podemos decir que la creatividad se activa y reside en todas las personas. Además, es una capacidad que se debe potenciar desde la edad más temprana.
Antes de continuar, veamos un cuento…
Triste, ¿verdad? Si pensamos detenidamente en el mensaje que nos transmite este cuento, podemos concluir que muchas veces ponemos en marcha procedimientos que no fomentan el desarrollo de la capacidad creadora. Por eso, es necesario cambiar el cuento y poner en marcha procesos que activen y potencien el pensamiento creativo.
¿Cómo funciona la creatividad?
Como ya hemos visto, la creatividad parte de nuestro cerebro. Se trata de establecer conexiones entre las células nerviosas que permiten generar productos nuevos. Existen varios procesos cognitivos implicados, especialmente la atención, la imaginación y la resolución de problemas. La creatividad nos permite atender a la realidad, imaginar cómo nos gustaría que fuera o podría ser, y poner en marcha procesos para transformarla.
Si echamos un vistazo a nuestro alrededor, nos daremos cuenta de que el mundo, tal y como nos rodea, es prácticamente creación humana. Las casas, los coches, la ropa, cómo nos peinamos, dónde comemos… todo implica creación. El ser humano lleva años diseñando y transformando el mundo.
Y ¿qué necesitamos para poner en marcha todos estos procesos? Principalmente necesitamos pensar. Sin el pensamiento no habríamos sido capaces de elaborar la mayor parte de las cosas que ahora nos rodean y, el pensamiento, está directamente relacionado con la inteligencia.
Somos creativos por naturaleza, pero a veces nos asustamos frente a nuestras propias ideas.
Podemos definir la inteligencia como el conjunto de habilidades, capacidades y estrategias que nos permiten adaptarnos al mundo y mejorarlo. Por lo tanto, creatividad, pensamiento e inteligencia están directamente relacionados.
Veamos ahora cuáles son los enemigos de la creatividad…
Somos creativos por naturaleza, pero a veces nos asustamos frente a nuestras propias ideas. Esto ha de hacernos reflexionar sobre la importancia de entrenar la capacidad creativa y fomentar la producción de ideas, porque así podremos avanzar, mejorar, emprender e innovar.
Y ¿qué tipos de pensamientos hemos de fomentar?
Autores como Edward de Bono o Guilford definen dos tipos de pensamiento: lineal y lateral para el primero, y convergente y divergente para el segundo.
LINEAL | Nos provee de un proceso lógico a través de una metodología tradicional. |
LATERAL | Conlleva desorganizar una secuencia lógica y llegar a una solución partiendo de otro ángulo. |
CONVERGENTE | Es el pensamiento científico, iría de lo general a lo particular. Por ejemplo: «si sabemos que todas las personas que trabajan en una oficina son economistas y sabemos que María trabaja en esa oficina, estamos en condiciones de afirmar que María es economista». |
DIVERGENTE | Por el contrario es un proceso por el cual surgen diferentes ideas a partir de un mismo estímulo, que puede ser una pregunta o un problema. Se despliega en múltiples direcciones, busca desde diferentes perspectivas y utiliza distintos enfoques y conocimientos posibles. |
Es importante dotar de estrategias que permitan poner en marcha diferentes tipos de pensamiento.
Sea una clasificación u otra, lo que defienden los autores es que ambos son necesarios en la dinámica de la creatividad, son complementarias en el proceso creativo. Por eso es importante dotar de estrategias que permitan poner en marcha diferentes tipos de pensamiento.
Consejos para potenciar la creatividad
Hemos visto que todos los seres humanos estamos dotados de la capacidad de crear, sin embargo, también estamos dotados de capacidad para leer o escribir y, si no se enseñan, no lo desarrollaremos nunca. Por eso es importante también enseñar y dotar de estrategias para crear.
Para estimular y entrenar la creatividad es necesario propiciar momentos y actividades que conecten ambos tipos de pensamiento: convergente y divergente.
Hagamos un ejercicio sencillo antes de ver el siguiente vídeo:
- Imaginemos que tenemos una caja de cartón mediana, ¿cuántos usos le darías?
- Anótalos en una libreta.
- ¿Cuántos anotaste? ¿menos de cinco? ¿entre cinco y diez? ¿más de diez?
- Ahora mira el vídeo y compáralos.
Ejercicios que conectan los hemisferios
Es probable que te haya costado generar muchas ideas con una caja de cartón, puesto que ya sabemos cuál es su uso habitual. Por eso, para estimular y entrenar la creatividad es necesario realizar ejercicios conecten ambos hemisferios. Veamos algunos:
MAPAS MENTALES | Intentar dibujar tantas ideas como surjan de un concepto o una serie de conceptos. Podemos utilizar la técnica del borrador, es decir, dibujar sin miedo como si estuviéramos haciendo un borrador. No pensar en si está bien o está mal. |
LOS 6 CÍRCULOS | Intentar imaginar y dibujar a partir de seis simples círculos. Proponer ideas sin parar. Ninguna de ellas está mal. |
GROUP SKETCHING | Técnica para realizar en grupo. Cada miembro dibuja en una hoja el principio de una idea. Luego, todos lo folios cambian de manos y cada persona prosigue el dibujo iniciado por el compañero. Esto se va desarrollando a lo largo de entre 4 y 9 pasos como este. |
CONEXIONES FORZADAS | En primer lugar anotamos en dos columnas distintas una serie de conceptos sin relación aparente entre sí, numeradas. Después, se elige un elemento de cada columna al azar y jugamos a hacer que estén relacionadas entre sí a través de una idea que deberemos crear, por disparatada que resulte. Es uno de los ejercicios creativos más divertidos y también puede realizarse en grupos. |
6 SOMBREROS PARA PENSAR
(E. de Bono) |
Sirve para analizar un problema desde seis perspectivas diferentes: de la lógica, del optimismo, del abogado del diablo, de la emoción, de la creatividad y de la dirección general. Cada perspectiva es un sombrero. Así pues, debemos ponernos el «sombrero» de cualquiera de estos seis personajes tal y como lo haría un actor, y actuar en consecuencia. |
Cualquiera de las técnicas que hagan conectar con habilidades de pensamiento lateral y divergente donde no exista una única respuesta y nos haga salir de nuestra «zona de confort». ¿Te atreves a soñar?
Gema de Pablo
Psicóloga
Coordinadora Departamento de Orientación
Colegio Villalkor